lunes, 8 de marzo de 2010

Cristo, quiro seguirte hasta el final...

El mundo es mi espejo retrovisor...
Atrás quedo el morral de los anhelos y los sueños;
las ansias de triunfar y los amores de niña,
deje mi éxito y mi fracaso,
lo que le daba sentido a una vida vacía...

Me cautivo tu voz, tu autoridad,

cada una de tus palabras me infunden aliento

y me llena la idea de saberme rescatada por ti...

Me deje llevar por tus promesas,

amo tu ley y tu voluntad...

Quiero andar el Camino, fluir hacia la libertad

sentirme viva!

y un día, encontrarme en ti con el Padre

en la magnificencia de tu Reino...